Seleccione telas y botones para tu cabecero tapizado para establecer un tema o la decoración del dormitorio ya en el lugar del acento. ¡Éxito completo! Nos parece un diseño tan logrado y decorativo como el de Villisa, vamos a verlo en detalle desde el comienzo. Es muy importante tensar bien la tela y hacerle un pequeño dobladillo en la zona en la que fijamos la grapa.
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Sin olvidaros, por supuesto, de su función específica más allá de la estética a la que a veces se complementa con elementos añadidos, como puede ser espacio de almacenaje. ¿Qué tipo de tejido quieres usar y qué tipo de look estás buscando? Un buen plan te ayudará a ser más eficiente. Asegúrese de colocarlo correctamente y de que las dos superficies se toquen completamente entre sí. El capitoné nunca pasa de moda y haciéndolo uno mismo podemos darle un toque creativo con los estampados más originales. En lugar de tapizar cuadrados, como en el caso anterior, tienes que tapizar una lámina de madera con las dimensiones que quieras que tenga tu cabecero. Puedes optar por un clásico cabecero de madera o tapizado, pero casi cualquier cosa colgada o pintada detrás de tu cama puede hacer de cabecero.
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Es un cabecero sencillo, en madera natural, con un ligero toque de color aplicado en unas líneas diagonales. Compra una de 1 pulgada (2,5 cm) de espesor y dóblala de forma que los terrones estén hacia adentro y ambos lados exteriores estén completamente suaves para crear 2 pulgadas (5 cm) de relleno. Para ello dispones de papeles pintados o vinilos adhesivos sobre los que puedes imprimir un paisaje, una pintura o una fotografía. Encuentra una que te gusta o fabricatela tú con listones y tablillas de madera que puedas curvar en formas vegetales.