Desde la decoración hasta el descanso, desde el país nipón nos han llegado una serie de estilos y productos que hemos abrazado con gusto desde occidente. Pues estos son esteras milenarias que se colocaban en el suelo para luego tender sobre ellas los colchones japoneses o futones. Desde el principio diseñamos y creamos un estilo natural y elegante de camas japonesas que tienen una belleza singular.
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Para su manufacturación el material se lleva a Taiwán donde se elabora siguiendo las técnicas tradicionales. Además de dormitorio de ser dormitorio por la noche, durante el día la estancia puede utilizarse para otras finalidades. Suficientemente ligeros como para ser transportados por un adulto, los tatamis se componen de un corazón de paja de arroz y un tejido de igusa que lo recubre. Es todo esto y mucho más en un solo artículo, porque gracias a la forma en la que está elaborado puedes extenderlo en el suelo para tumbarte y descansar, doblarlo por la zona inferior y colocar el respaldo en una pared para tener un asiento, usarlo como banqueta o similar y muchas otras cosas.Tatamis y futones son parte de los muebles de la decoración japonesa tradicional que, al igual que otros muchos, hemos adoptado y occidentalizado. Sus materiales naturales, colores neutros y líneas sencillas transmiten calma y facilitan el descanso, aspectos especialmente recomendables para un dormitorio sustituyendo a las camas y a los colchones.
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Las medidas tradicionales son 90 cm de ancho, 180 cm de largo y 5 cm de altura; esta medida fija se utiliza como referencia: por ejemplo una sala de té mide 4,5 tatamis.Haiku-Futon crea también sus propios diseños de camas, sofás-cama y complementos de decoración hechos en maderas macizas y nobles, de plantaciones Europeas, con legislación Europea y por lo tanto protegidas con talas controladas. Todas estas cosas contribuyen a la calma y a la tranquilidad que son unos de los puntos claves en el dormitorio para poder descansar bien. Los precios allí van desde los 800 a los 5000 yenes, según el tipo (blando, duro, mixto, ergonómico, etc) y su calidad. Con esto se consigue ahorrar espacio y permitir usar el dormitorio con otras finalidades que no sean descansar y dormir. También hay estudios que avalan que protegen y cuidan la espalda y la higiene postural del conjunto del cuerpo durante la noche mejor que otros tipos de colchones. En la foto de arriba podéis ver una cama tipo japonesa con un soporte de madera sobre el que hay un tatami. Las viviendas en Japón suelen venir sin amueblar y de ti (o de tu presupuesto) dependerá si quieres probar la experiencia de dormir tan cerca del suelo. Debemos usar jabón neutro, un paño de microfibra y muy poca agua para prevenir la formación de moho. Este tipo de cama resulta mucho más económica que renovar el colchón y además tiene el gran beneficio de poderse guardar en un armario dejando un gran espacio libre en el dormitorio.