Coge un paño limpio, humedécelo en la mezcla, exprímelo bien para retirar el exceso de líquidos y lava la almohada viscoelástica haciendo movimientos circulares. También es importante que revises que no esté rajada o tenga algún pequeño agujero que pueda agrandarse en el lavado y provocar que se salga el relleno. Es un elemento que facilita nuestro descanso pero que nos puede traer problemas de higiene si no se limpia regularmente.
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Al hacerlo, vamos depositando restos de piel, cabellos y humedad proveniente de la transpiración y la saliva. Como antes decía es algo a lo que le damos mucho uso por lo que la acumulación de bacterias, hongos y ácaros está ahí. Por lo tanto lo mejor es utilizar una funda protectora y añadir una funda de algodón que cambiaremos con la frecuencia que habituemos lavar nuestra ropa de cama. Ésta es una de las que por su material no deben ser lavadas a máquina porque se deformarían, ni utilizar lejía, ni secar en secadora, ni planchar, ni tampoco limpiar en seco.Son las grandes olvidadas de las camas, más concretamente de la limpieza de las camas, pero no podemos vivir sin ellas. No olvides consultar la etiqueta de lavado de la almohada viscoelástica para asegurarte de que se puede lavar sin problemas.
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Hay ciertos materiales que, directamente, no admiten ningún tipo de lavado, mientras que otras almohadas lo aceptan. Antes de introducirlas en la lavadora revisaremos si hay agujeros o las costuras están dañadas con idea de que no se pierda el relleno durante el lavado. Para eso estamos nosotros, acércate a cualquier Punto Jeff y no dudes en preguntar cómo te podemos ayudar para lavar tu almohada de plumas. En aquellos modelos de almohadas donde el relleno no se puede lavar será muy importante mantener las fundas en buen estado. Después sécala bien y trata de dejar en una superficie plana a la sombra hasta que se seque por completo. Para el secado, es importante retirar el exceso de humedad y dejarla en algún lugar plano, libre de humedad, para que seque bien. Algunos expertos también aconsejan utilizar percarbonato de sodio, y luego averiguar cómo lavar las almohadas según aconseje cada producto en concreto. Si damos con la medida adecuada, las almohadas de látex ofrecen una acogida suave y un soporte firme a la vez, diferenciándose de la sensación de ‘atrapamiento’ que pueden dar las almohadas de visco. Si la almohada está muy amarilla, puedes añadir un poco de lejía o de bicarbonato al agua para recuperar más fácilmente el blanco original. Lavar tu almohada viscoelástica en una lavadora acabaría rompiendo el material viscoelástico, pero tienes alternativas.